Estrategias para la producción y recopilación de datos

Se debe emplear una gama de estrategias para producir los datos necesarios para abordar algunas de las preguntas descritas anteriormente. Diversamente, los datos deben ser creados, pueden existir y ser adecuados o pueden existir pero ser deficientes.

Datos cuantitativos

Puede que los datos cuantitativos ya estén disponibles para una gama de áreas educativas a nivel nacional o internacional. Por ejemplo, los datos y las bases de datos a las que están asociados generadas por la Asociación Internacional para la Evaluación de Logros Educativos (IEA en inglés) y por el Progreso en el Estudio Internacional de Alfabetización (PIRLS en inglés), además de los datos generados dentro de los informes y registros del gobierno nacional. Los datos cuantitativos también existirán a nivel institucional, en donde habrán surgido de procedimientos habituales de mantenimiento de registros.

Mientras más amplio sea el rango de la base de datos, más peligro habrá de que haya sido establecida para objetivos que no tienen relación con evaluar el alcance del DPD o con considerar los asuntos de equidad. Por ende, las bases de datos deben ser cuestionadas en cuanto a su eficacia para abordar preguntas sobre equidad que sean relevantes para el contexto. Por ejemplo, ¿se separan los datos relevantes sobre grupos específicos vulnerables o minoritarios? ¿Entregan figuras generales o muestran la distribución? ¿Qué cantidad es relevante para el DPD y las actividades de enseñanza (los datos que repercuten en la equidad en relación con el acceso al plan de estudio, los resultados de las evaluaciones, los logros escolares y/o las prácticas o pedagogías adecuadas)?

Por otro lado, puede que las bases de datos a nivel del aula sean más útiles para un docente específico, pero a menudo no se utilizan de la mejor manera posible y no se extraen los mensajes sobre asuntos de equidad. Por ejemplo, tales datos pueden generar evidencia de que algunos docentes han podido mejorar el estándar de los logros a través de la implementación de una particular técnica de enseñanza. Sin embargo, también pueden demostrar que otros no han podido lograr este objetivo, ya que no implementaron aquella técnica. El personal debe tener tanto la capacidad como el tiempo para interpretar los datos, identificar las preguntas que surgen de los datos, contemplar la mejor forma de responder estas preguntas y quién las responde (es decir a qué nivel) y decidir qué medidas se deben tomar posteriormente.

Datos cualitativos

Estos datos, más que nada, abordan los procesos, percepciones y experiencias vividas en torno al desarrollo profesional y a la participación de los estudiantes. Los datos surgirán a nivel interpersonal y dependerán de relatos personales compartidos en entrevistas/grupos focales/sesiones de retroalimentación, cualquier espacio en donde aquellos que participan en el desarrollo profesional puedan comentar sobre la forma en la que las iniciativas han, o no han, cambiado su comportamiento o sus creencias con relación a su pedagogía. La recopilación de datos debe incluir la voz de todos los actores involucrados en la actividad de DPD (por ejemplo, los docentes y los facilitadores de eventos), de cualquier personal de apoyo cuyo trabajo se verá afectado por cualquier cambio en las medidas de los docentes (por ejemplo, los asistentes en las aulas) y de aquellos que estén viviendo cambios en el enfoque de enseñanza (por ejemplo, los estudiantes u otros colegas profesionales).

La complementariedad de los datos cualitativos y cuantitativos

A pesar de que hay cierta diferencia entre estos dos tipos de datos, pueden considerarse complementarios, en vez de generar bases discretas para la toma de decisiones. Cualquier medida (datos cuantitativos) debe ser interpretada, y esta interpretación será influenciada por el contexto, el cual hará que la interpretación sea compleja. Cualquier deducción sacada de los datos cuantitativos se verá afectada por los enfoques psicométricos, socioculturales y situados (Ercikan y Roth, 2006). Los datos cualitativos pueden problematizar a los datos cuantitativos al cuestionarlos y buscar evidencia de la causa de la consecuencia. Por ende, es vital aplicar un enfoque colaborativo a la evaluación del DPD, para que los formuladores de políticas, los legisladores y los profesionales puedan trabajar juntos para identificar prácticas sólidas y mejorar las prácticas más débiles.