2.1.2 Armonización de la política docente con la política educativa

La coordinación de la política docente con la política o el plan de educación del país es particularmente importante para que tenga éxito. Una política docente bien integrada dentro de un plan sectorial de educación más amplio debe guiarse por la misma visión de conjunto además de compartir el resto de características principales: estratégica, integral, factible, sostenible y adaptada al contexto (Alianza Mundial para la Educación/GPE, 2014; Instituto Internacional de Planeamiento de la Educación – IIPE y GPE, 2012: 7). La GPE ha elaborado una guía para el análisis del sector educativo (GPE, 2014), una herramienta muy útil para vincular el desarrollo de políticas docentes a la planificación educativa global. La guía de la GPE describe concretamente un sistema para vincular cuestiones de cantidad y calidad de la profesión docente con la calidad de la educación. Una política docente global debe abordar los objetivos generales y sus principales desafíos tal y como fueron establecidos en el plan/política educativa, la financiación necesaria para lograr estos objetivos, los parámetros demográficos del alumnado y los recursos humanos necesarios para conseguir una educación de calidad y de acceso universal.

Esta Guía se basa en el concepto de que es preferible una única política global a una política menos amplia o a varios documentos que aborden solo una o algunas de las principales dimensiones que definen a un buen docente o unas buenas condiciones de aprendizaje, adoleciendo así de falta de coherencia. Si se desarrolla e implementa en armonía con la política sectorial global de la educación, la política docente no generará una mayor fragmentación de la política educativa. No obstante, no tiene por qué redactarse un documento partiendo de cero, se puede elaborar unificando de forma gradual aproximaciones a dimensiones importantes. El sector educativo actual y futuro de un país, así como las políticas relacionadas, expuestas a continuación —relativas a VIH y SIDA, género, etc.— también influirán en la elección de una política única o de otro tipo de enfoque a nivel nacional.

Dada la situación actual, la mayoría de los planes sectoriales de educación generan una mayor fragmentación y menor coherencia; abordan las dimensiones de la política educativa únicamente de manera parcial y no incluyen sistemáticamente todos los principales determinantes del éxito en el aprendizaje relacionados con los docentes, por ejemplo, contratación, educación inicial, distribución equilibrada, desarrollo profesional continuo, salarios dignos, perspectivas profesionales y condiciones laborales (docencia/aprendizaje) (véase Hunt, 2013 para una revisión de los 40 planes educativos nacionales relacionados con la docencia y el aprendizaje; UNESCO, 2014a: 22). Ghana es un ejemplo de plan sectorial con estrategias definidas a grandes rasgos que abarcan un gran número de dimensiones de una política docente. Sin embargo, faltan determinados elementos importantes para una política global (véase el Capítulo 3) que fomentarían una mayor motivación y profesionalidad del personal docente (como se describe en la Sección 2.2).

2.1.1 ¿Por qué una política nacional del docente? Planificación y coordinación

Armonización de la política docente con la política educativa continuada