Educación en la primera infancia

Invertir en la EPI como base para el resto de la educación es importante para mejorar la calidad y alcanzar la igualdad (UNESCO, 2006). La calidad de la atención y de la enseñanza es vital para garantizar que se imparte una EPI de gran calidad. Basándose en la evidencia de un gran número de países, las directrices de la OIT sobre la promoción del trabajo decente para el personal de la EPI señalan que «proveer una EPI depende de que se invierta adecuadamente en la educación y la formación iniciales del personal del sector a fin de garantizar una preparación de todo el personal de EPI comparable a la de los docentes de la escuela primaria con una categoría profesional y responsabilidades equivalentes». Las directrices también hacen hincapié en un elevado estatus profesional, social y material del personal de EPI, creado sobre una política o estrategia global de contratación, desarrollo y retención a nivel nacional para asegurar la excelencia de la EPI (OIT, 2014: 10, 13). Dada la importancia de estas bases de la educación, una política docente debe, para empezar, armonizarse con las políticas relacionadas con la EPI y mejorarlas.

Políticas de derechos cívicos y humanos

Igualdad de género