3.2.7 DPC

Como se mencionó anteriormente, la formación docente debe ser continua y estar presente a lo largo de toda la carrera del docente. El acceso a un DPC regular y de buena calidad asegura que los docentes sean eficaces, estén motivados y más actualizados sobre los conocimientos en la materia, las habilidades en el aula y los cambios en la política; la evidencia muestra claros beneficios para un mayor aprendizaje (OIT, 2012: 75; OCDE, 2014a; 97, 107). El DPC debe estar armonizado otras dimensiones de una política docente holística e integrada. Las estructuras o caminos de la carrera docente, basados en estándares acordados que definan las competencias y conductas centrales que un docente debe poseer en las diferentes etapas de su desarrollo profesional (véase la Sección 3.4 más abajo), pueden incluir completar con éxito el DPC como criterio para una mejora salarial y para avanzar en la carrera profesional (véase la Sección 3.6 más abajo).

El DPC del docente debe estar bien integrado en la formación docente inicial y ser una continuación de la misma. Un DPC eficaz debe realizarse en el centro educativo (en la medida en que los recursos permitan un DPC eficaz en los centros educativos), estar centrado en la práctica, integrarse con el trabajo docente diario en el aula y estar relacionado con reformas sistémicas que tengan por objetivo mejorar la calidad educativa. Aunque el DPC puede mejorar sustancialmente los logros de los estudiantes, los sistemas educativos deben contemplar una estrategia sobre su contenido e implantación, así como la personalización de la formación según las necesidades específicas de los distintos docentes. La formación presencial in situ, es una manera eficaz de transmitir consejos sobre la práctica en el aula y debería ser el eje de todo buen programa de desarrollo profesional. También debería adaptarse a las necesidades docentes, brindarse en las escuelas y concentrarse en los enfoques (en especial los centrados en el alumno) y habilidades de enseñanza que los docentes pueden utilizar en el aula (Schwille et al., 2007; Sayed, 2009; UNESCO, 2014a: 245). Un DPC eficaz debe también tener una duración y continuidad suficientes para tener efecto en las prácticas docentes: una capacitación única de corto plazo no es una forma eficaz de DPC, en particular si la meta es cambiar las prácticas pedagógicas docentes.

Los empleadores deben proporcionar un entorno para el DPC, así como garantizar que se les otorgue a los docentes el tiempo y oportunidades necesarios para el desarrollo profesional mientras se encuentran en el centro escolar (OCDE, 2014a: 107-108). Es importante que el DPC en el centro escolar incluya información procedente de fuera del entorno y la experiencia inmediatos al docente. Esto puede darse en forma de cursos de formación impartidos por docentes expertos del centro escolar o de la agrupación, cursos de educación a distancia que utilicen materiales impresos o electrónicos o cursos residenciales cortos en institutos de formación docente (OIT, 2012: 77-79). Las tutorías de docentes expertos, así como la tutoría entre iguales, la observación de pares y las reuniones de equipo para preparar las clases y prestar apoyo, son aspectos valiosos de un DPC en el centro escolar (véase también la Sección 3.2.5).

Dada su condición de profesionales, los docentes tienen tanto el derecho como la obligación de comprometerse con el DPC para desarrollar sus competencias profesionales y mantenerse al tanto de los avances en su campo. Esto es especialmente importante en la profesión docente, donde las condiciones de las buenas prácticas evolucionan con regularidad a medida que hay nuevas evidencias disponibles. El principio de apropiación del docente de su propio desarrollo profesional es importante si los docentes van a ser profesionales activos, con un alto grado de autonomía sobre su práctica en el aula.

El DPC debe estar disponible para todos los docentes, sin importar su nivel de certificación ni la ubicación geográfica, para que puedan enseñar como «profesionales reflexivos». En particular, una política docente debe encontrar soluciones creativas para que los docentes enviados a áreas rurales y remotas puedan acceder a oportunidades de desarrollo profesional con regularidad. Opciones atractivas de DPC pueden formar parte de un paquete diseñado para incentivar a los docentes a aceptar puestos de trabajo remotos, durante un período de tiempo definido. Es probable que uno de los aspectos del DPC para los docentes en ubicaciones remotas sea la creación de recursos de enseñanza y aprendizaje utilizando materiales disponibles a nivel local. Las oportunidades de DPC que brindan las nuevas tecnologías y la enseñanza semipresencial son de particular interés para los docentes en ubicaciones remotas, tal y como se analiza a continuación.

El DPC debe estar incluido en los presupuestos educativos a nivel nacional, regional, local y escolar, según la naturaleza del sistema educativo. Una política docente debe incluir una financiación específica para el DPC, evitando así que el dinero destinado a la educación se utilice para otros fines, como por ejemplo un déficit salarial. Una dotación anual por docente para DPC por docente, ajustada a la paridad del poder adquisitivo, incluido el coste de contratar a docentes suplentes cuando sea necesario, puede ser una estrategia para financiar el DPC. El Cuadro 3.5 muestra un ejemplo a nivel nacional.

CUADRO 3.5: RECOMENDACIONES PARA DELIMITAR LOS PRESUPUESTOS DE DPC DOCENTE EN EL REINO UNIDO (RU)

En 2010, tras examinar las evidencias disponibles, el Comité para los niños, las escuelas y las familias de la Cámara de los Comunes del RU señaló que el impacto del desarrollo profesional en la eficacia docente es «con frecuencia equivalente a seis meses adicionales de progreso de los alumnos por año». El informe detectó que «la especificación de un nivel mínimo de gasto en el desarrollo profesional (como un porcentaje del presupuesto general escolar) respaldaría unos mayores esfuerzos para integrar una cultura de desarrollo profesional en el personal docente» y recomendaba que «dicha delimitación de fondos se ponga en práctica lo antes posible».

Para obtener más información, véase: Parlamento del Reino Unido, (2010, p.47) https://publications.parliament.uk/ pa/ cm200910/ cmselect/ cmchilsch/ 275/ 275i.pdf

La enseñanza es una actividad dinámica y en constante cambio, que evoluciona junto con las necesidades sociales y culturales, así como con los entornos económicos y tecnológicos, tanto globales como locales. Los docentes también evolucionan a lo largo de sus carreras: su confianza, el estilo de enseñanza y el dominio tanto de la materia que enseñan como de las técnicas de enseñanza serán muy distintos en las distintas etapas de su vida profesional. Es por ello que los planes de desarrollo profesional continuo, que incorporan evaluaciones y apoyo profesional personalizado, pueden ayudar a los docentes a planificar su desarrollo profesional, basándose en sus fortalezas, debilidades y necesidades actuales al mismo tiempo que en las necesidades de su centro escolar y del sistema educativo en su conjunto. En efecto, el DPC debe asociarse sistemáticamente a las evaluaciones y observaciones sobre el mismo, basándose en estándares establecidos (OCDE, 2013c; véase también la Sección 3.7 a continuación). Los sistemas educativos que ya contemplan planes de desarrollo escolar deben integrar también planes de desarrollo profesional individual. En este caso, la revisión de los planes individuales del personal docente puede constituir uno de los elementos de una inspección escolar. El apoyo a los docentes en el diseño de planes de desarrollo profesional individual puede ayudarles a asumir la apropiación y responsabilidad de su DPC. El plan entonces pasa a ser la base de un acuerdo entre el docente y su empleador, lo que sienta las condiciones y responsabilidades para ambas partes: ¿cuánto tiempo tendrá disponible el docente para realizar el DPC tanto dentro como fuera del centro escolar? ¿cómo se financiarán los cursos específicos u otras oportunidades de DPC? ¿cuál será la contribución del empleador al DPC del docente? ¿en qué contribuirá el docente?

El Cuadro 3.6 a continuación presenta un ejemplo de DPC en Japón.

CUADRO 3.6: ESTUDIO DE LECCIONES EN JAPÓN: UN EJEMPLO DE DPC

El «estudio de lecciones» (del término japonés jugyokenkyu) es un ejemplo de DPC permanente en equipo, liderado por docentes, que ha existido en Japón durante más de 200 años. El método ha sido sumamente exitoso en Japón y también se ha adaptado e implementado en otros países. Los docentes se reúnen para planificar, discutir y mejorar sus prácticas de enseñanza. Esto puede implicar que los docentes planifiquen una lección de manera colectiva y que luego observen cómo un miembro del grupo imparte la lección a los alumnos. Después de la lección, los docentes debaten sobre cómo funcionó la experiencia, cómo reaccionaron los alumnos y qué podría mejorarse. Es posible que entonces se imparta de nuevo la lección a un grupo distinto de alumnos, incorporando las mejoras.

El estudio de lecciones incluye todas características fundamentales de una actividad de DPC exitosa: se basa en la clase y por lo general se asocia con los esfuerzos en todo el centro escolar, ya que se insta a todos los docentes del centro a que participen. Es participativa, está promovida por los docentes y basada en debates sobre las formas de mejorar la enseñanza. Se centra en lo que se les enseña a los alumnos y la forma en que estos aprenden y es un proceso continuo con constantes comentarios.

Fuente: © Organización Internacional del Trabajo, 2012, p. 76 (adaptado con autorización).

3.2.6 Formación en inclusión y equidad

3.2.8 La formación de docentes y las tecnologías de la información y la comunicación (TIC)