3.2.8 La formación de docentes y las tecnologías de la información y la comunicación (TIC)

Las posibilidades que ofrecen las TIC son esenciales en la formación de docentes por dos razones: por un lado, estas tecnologías permiten que la formación de docentes y el DPC, ya sea de manera presencial o a distancia, así como mediante cursos en línea masivos y abiertos o CEMA (Fyle, 2013), se coordinen e impartan parcial o totalmente mediante el uso de herramientas y medios electrónicos; por otro lado, los docentes del siglo XXI, que trabajan en un contexto en el que muchos de los estudiantes a diario, o por lo menos de manera bastante regular, usan tecnologías basadas en Internet, necesitan estar al tanto del potencial de la pedagogía en el aula basada en las TIC y estar familiarizados con el uso de distintas herramientas educativas. Las evidencias de países de renta media y alta muestran que los docentes valoran muy positivamente este tipo de formación (OCDE, 2014a: 107). El hecho de que exista una necesidad de docentes que sean capaces de ayudar a los alumnos con el uso de las TIC no implica que dichas herramientas puedan reemplazar a los docentes o sustituir el aprendizaje tradicional. Al contrario, el uso de las TIC en el aula requiere que los docentes reciban una extensa formación para poder utilizarlas y adquirir las habilidades necesarias para desarrollar aplicaciones que respondan a necesidades específicas y de las cuales sean responsables (IICD, 2007).

Las TIC deben enseñarse como una materia y estar incorporadas en la enseñanza de contenidos en la formación inicial y en el servicio de los docentes (Latchem, 2010). Existen varios marcos de competencias en las TIC para docentes, entre ellos, el Marco de competencias de los docentes en materia de TIC de la UNESCO (UNESCO, 2011). Un estudio sobre las políticas nacionales sobre TIC y formación docente inicial en 31 países de la OCDE revela que muchos de los países se centran más en su uso en la educación continua que en la formación docente inicial. El estudio recomienda una mayor integración de las TIC en la formación docente inicial, al mismo tiempo que una mejor definición de las competencias digitales que los docentes deben tener. Se necesita un mayor desarrollo desde la base de las políticas nacionales sobre TIC y de las estrategias para la formación de docentes, con el fin de evitar que estas sean demasiado normativas y para asegurar su credibilidad y garantizar la responsabilidad de las partes interesadas que las implementarán. Es necesario que las distintas políticas sobre TIC en áreas como la elaboración de planes de estudios, los marcos de competencias docentes y los marcos de evaluación y prácticas sean coherentes entre sí (Rizza, 2011: 40). La oficina de la UNESCO en Bangkok presenta estudios de casos sobre la integración de las TIC en los programas de formación docente inicial en Australia, China, Filipinas, la República de Corea, Singapur, Tailandia y Vietnam (UNESCO, 2013)Nota a pie de página 12. Las organizaciones con amplia experiencia y evidencia sobre la preparación de docentes para el uso de las TIC en el aula incluyen la UNESCO, la Commonwealth of Learning (véase Danaher y Umar, 2010, para una exhaustiva revisión de las experiencias en los países y los problemas del aprendizaje abierto y a distancia), el Centro de medios educativos de la Commonwealth para Asia y la OCDE.

Además de ser utilizadas en la formación docente inicial, las TIC ofrecen muchas posibilidades valiosas de DPC a distancia para los docentes. Los docentes de hoy pueden desarrollar sus aptitudes profesionales y conocimientos a través de cursos exclusivamente electrónicos, a los que se puede acceder en línea y fuera de línea, o cursos de aprendizaje semipresencial, que combinan el estudio presencial con el estudio independiente mediante el uso de material digital. Además de facilitar la distribución de materiales para la formación de docentes, Internet es una ayuda en el DPC autoaccesible, ya que permite a los docentes elegir el material de acuerdo a sus propias necesidades, metas y preferencias, y se adapta a distintos estilos y ritmos de aprendizaje. Sin embargo, los docentes deben aprender a evaluar los materiales y herramientas disponibles de manera crítica y a tomar decisiones fundamentadas, lo que por lo general requiere cierto nivel de apoyo. Internet también permite al docente estar en contacto y comunicarse con otros docentes, de forma que aprenden unos de otros en una amplia comunidad de profesionales. Los desarrollos tecnológicos permiten que en muchos contextos el aprendizaje electrónico esté evolucionando hacia un «aprendizaje móvil» (respaldado por dispositivos móviles y transmisión inalámbrica), lo cual ofrece una mayor accesibilidad a docentes en áreas donde actualmente no existe acceso a Internet por cable, pero que están cubiertas por redes telefónicas móviles (Mayes y Burgess, 2010).

3.2.9 Formación de docentes en Educación para el Desarrollo Sostenible (EDS)