3.5.3 Infraestructura escolar

La infraestructura escolar es un factor fundamental en los resultados educativos y la satisfacción, la motivación y el estatus social del docente. Una infraestructura escolar pobre o con poco mantenimiento dificulta el aprendizaje y manda un mensaje negativo acerca del valor de los docentes y la educación (UNESCO, 2014a; VSO, 2002 y 2008). Los docentes deben tener acceso a salas para docentes o espacios reservados donde puedan realizar labores profesionales no lectivas, consultara con colegas, etc. Los empleadores de los docentes tienen el deber de preocuparse por garantizar que los edificios educativos son seguros y funcionales para un aprendizaje y enseñanza eficaces y para actividades extracurriculares. Este deber es compartido con los docentes y sus representantes. Se debe consultar a docentes y al resto del personal del centro escolar acerca del diseño y la construcción del centro.

Los centros educativos deben cumplir con la normativa sanitaria. Deben tener una fuente de agua limpia y segura e instalaciones sanitarias que sean adecuadas en términos de calidad y cantidad, entre ellas, baños separados para estudiantes y docentes de ambos sexos con instalaciones cercanas donde lavarse las manos.

Puesto que los temas de infraestructura escolar afectan inevitablemente al bienestar y el desarrollo eficaz de los estudiantes, así como de los docentes y otro personal escolar, son un tema de la política educativa global. Sin embargo, una política docente debe establecer los principios para consultar a los docentes sobre cuestiones relativas al diseño y mantenimiento del centro escolar, así como sobre un entorno laboral seguro, higiénico y funcional (véase también la Sección 3.9 sobre gestión escolar y la Sección 3.10 sobre el entorno escolar).

3.5.2 Tamaño de la clase y proporciones entre alumnos y docentes (PAD)

3.5.4 Disponibilidad y calidad de los materiales de enseñanza y aprendizaje