5.5 Organización para la implementación

Ya se trate de un sistema educativo centralizado, federal o altamente descentralizado, la identificación de los responsables de cada parte de la implementación de la política en los distintos niveles (véase también el Capítulo 4) proporciona claridad en las responsabilidades, tareas y líneas de comunicación (IIPE y GPE, 2012: 13; UNESCO, 2012a: 42-45). La definición de responsabilidades varía desde el más alto nivel ejecutivo nacional hasta el centro educativo y es especialmente importante para aquellos que participan más directamente con los docentes, por ejemplo, directores, inspectores, formadores de docentes, organismos reguladores, como cuerpos de calificación profesional, y autoridades empleadoras, como comisiones de servicio público o docente, gerentes o empleadores de centros educativos privados. La gobernanza y planificación del mundo de la EPI, de múltiples niveles, que a menudo se dividen entre muchos ministerios u organismos del Gobierno, ofrece un buen ejemplo de la importancia de la coordinación entre organismos o ministerios para el éxito de una política educativa (OIT, 2014: 33).

Esta es la razón por la cual el proceso requiere una evaluación de los factores claves de éxito o de los obstáculos, así como las decisiones sobre quién hace qué, cuándo, dónde y cómo. Tales decisiones deben incluir responsabilidades de liderazgo e implementación, además de un esquema de la capacidad financiera y humana para la implementación. La definición del proceso para la implementación debe abordar escollos políticos, entre otros, que se interponen en el camino hacia el éxito. Si estos factores no se incluyen en el plan de acción, deben establecerse en la evaluación posterior y ser respaldados por los directivos de la organización cuando sea necesario.

5.4 Supervisión y evaluación

5.5.1 Responsabilidades: liderazgo y gestión