Unidad 1: El poder del conocimiento previo y la experiencia

Bienvenidas/os a la Unidad 1 donde se exploran los principios que sustentan el poder del conocimiento previo y la experiencia. Mira este vídeo en el que James Lang explica cómo una forma eficaz de ayudar a las y los estudiantes a aprender algo nuevo es estudiarlo en comparación con algo que ya saben.

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JAMES LANG

El primer principio es el conocimiento previo, y una de las cosas que sabemos de las investigaciones que se han llevado a cabo en educación, es que lo que las personas ya conocen previamente tiene una enorme repercusión en la forma en la que procesan el nuevo aprendizaje. Por eso, cuando enseñas algo nuevo, lo primero que el estudiante hace es buscar en su mente cualquier otra cosa que quizás haya aprendido sobre ello en el pasado.

Ahora, eso está muy bien, pero una de las cosas que nos muestran otras investigaciones es que no nos gusta cambiar nuestros paradigmas acerca de cómo funciona el mundo. Por eso, si recibimos nueva información que es distinta o entra en conflicto con lo que ya conocemos, intentamos o bien descartarla o hacerla encajar en los esquemas existentes que hemos creado en nuestra mente.

Por eso, una de las formas en las que lo combatimos es pedir a los estudiantes que saquen a la luz sus conocimientos previos y nos digan qué es lo que ya saben sobre el tema, o nos digan cuáles son sus perspectivas actuales relacionadas con la ética antes de que comencemos a enseñarles algo nuevo.

Y cuando lo hacen, realmente les resulta muy útil tomar mayor conciencia de los prejuicios y opiniones que tienen en ese momento. De este modo, tienden a estar más abiertos a aceptar nuevas ideas e información. Como puedes ver, en algunos de los Módulos se les pide a los estudiantes que hablen sobre sus perspectivas o intenten resolver un problema o contestar una pregunta antes de aprender nada nuevo. Es algo intencionado, porque una de las cosas que nos indican las investigaciones en el campo de la educación es que resulta un método muy eficaz para iniciar una experiencia de aprendizaje.

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Siempre que aprendemos algo nuevo, normalmente comenzamos comparándolo con lo que ya conocemos. Los investigadores denominan lo que ya sabemos cómo nuestro conocimiento previo, y resulta que nuestro conocimiento previo tiene una influencia importante sobre cómo procesamos y entendemos todo nuevo aprendizaje.

El teórico de educación Jean Piaget sostenía que nuestro conocimiento previo adopta la forma de un esquema, algo que se puede entender como un modelo mental o un mapa conceptual de nuestro conocimiento sobre un área particular. Bain (2004) ofrece una perspectiva general de la teoría del esquema, especialmente sobre la forma en la que es relevante para la enseñanza universitaria. Nuestra mente contiene esquemas que rigen todos nuestros pensamientos y acciones.

Imagen 4: Los esquemas en nuestras mentes

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Cuatro cabezas de persona dibujadas con tiza en una pizarra. Una flecha señala de una a otra de izquierda a derecha. La primera cabeza, a la izquierda, contiene un signo de interrogación, la segunda cabeza tiene tres ruedas de engranaje, la tercera una bombilla y la cuarta un signo de exclamación.

Imagen 4: Los esquemas en nuestras mentes

Como docentes, queremos que las y los estudiantes no se limiten a filtrar el contenido de nuestros cursos a través de sus modelos prexistentes, sino que alteren y amplíen dichos modelos internos. Una de las formas más eficaces de lograrlo es hacer que las y los estudiantes articulen y reflexionen sobre sus conocimientos y modelos mentales previos antes de aprender algo nuevo.

Cuando se invita a alumnas y alumnos a hablar sobre lo que conocen y las experiencias que hayan tenido en relación con un tema antes de exponerles el tema por primera vez, esto abre a las y los estudiantes la posibilidad de cambio. Aún más, una consecuencia afortunada de este proceso es que nos ayuda a reconocer ideas falsas y los problemas específicos que las y los estudiantes pueden tener, y permite abordar estos puntos de forma más eficaz.

En pocas palabras, si no entendemos o hablamos sobre las perspectivas éticas que el alumnado trae consigo a las aulas, la probabilidad de que alumnas y alumnos conecten con alguno de los elementos del contenido del curso será menor. En muchos de los Módulos, te sugerimos que invites a tus estudiantes a que manifiesten sus ideas sobre ética, o participen en actividades de toma de decisiones éticas antes de presentarles el contenido por primera vez. Esto ayuda a que las y los estudiantes expongan y hablen sobre sus conocimientos y experiencias previos, y te aporta una imagen clara de los aspectos de los Módulos que es más importante abordar y enfatizar.

Casi cualquier experiencia de aprendizaje se ve potenciada cuando las y los estudiantes cuentan antes con la oportunidad de articular y discutir su conocimiento previo sobre un tema. A veces, este proceso puede parecer un poco confuso e ineficaz, ya que las discusiones o ideas iniciales que las y los estudiantes mantienen no están aún fundamentadas en las teorías e ideas que tu esperas que lleguen a enriquecer sus conocimientos.

Sin embargo, incluso si dedicas solo un breve periodo de tiempo a descubrir sus conocimientos, eso te ayudará a darte cuenta de la mejor forma de cambiarlos y reforzar los modelos mentales que has introducido en el aula.