Soy la corrupción
Módulo 1 – Ejercicio 2: «Soy la corrupción»: ¿Cuál es tu postura?
Después de presentar los temas del Módulo, dirígete al centro de la clase y anuncia: «Soy la corrupción. Ahora, con base en que soy la encarnación de la corrupción, quiero que todas y todos ustedes se levanten del asiento y se coloquen en relación a mí. Diríjanse a cualquier parte de la clase que quieran. Y luego, quedaros allí quietos y en silencio».
Es probable que las y los estudiantes duden y se miren de soslayo unos a otros. Si no reaccionan a las instrucciones que se indican arriba, la/el docente puede hacer la siguiente aclaración: «Estamos llevando a cabo un experimento. Tienen que imaginar que ahora mismo soy la corrupción, que la corrupción está aquí y ahora, en el punto preciso en el que me encuentro. En base a ello, deben colocarse en el lugar que quieran de la clase». Deja a tus estudiantes uno o dos minutos para que se coloquen. Recuérdales que, una vez que hayan decidido dónde quedarse, no deben moverse. Una vez que todos hayan dejado de desplazarse, comienza el siguiente análisis de dos fases.
La primera fase es preguntar a toda la clase. «¿Por qué han escogido este lugar específico de la sala?» Normalmente se alzarán varias manos, pero si esto no ocurre, el/la docente puede simplemente preguntar a algunos alumnos y algunas alumnas de forma aleatoria. Es importante reformular las respuestas de tus estudiantes y preguntar «¿es así»?, para ofrecerles la oportunidad de que formulen y confirmen plenamente las razones por las que han elegido ese lugar para colocarse, ya sea de pie o sentados, y para que el resto de los miembros de la clase puedan analizar mejor las razones que han ofrecido y reflexionen sobre las suyas propias. En una clase de 15 estudiantes o menos es posible mantener una conversación con cada estudiante, ya que a la mayoría les bastarán tan solo 5-30 segundos para responder. Las y los estudiantes que tengan que responder hacia el final de la actividad, después de que otros alumnos/as hayan compartido ya sus razones, probablemente emplearán menos tiempo en hacerlo, ya que muchos simplemente repetirán lo que se ha mencionado anteriormente.
Después de analizar varias respuestas a la pregunta anterior, la segunda fase del análisis es preguntar a un número de estudiantes que relacionen su posición en el aula con su definición de corrupción. Por ejemplo, «Has mencionado que te has colocado tan lejos como ha sido posible de la corrupción para escaparte de ella o mantenerte a una distancia segura. ¿Por qué? ¿Qué estás implicando que es o significa la corrupción?». O, dirigiéndote a otro/a estudiante: «Has dicho que el hecho de haberte colocado cerca de la corrupción refleja tu interés en hacerle frente con valentía. ¿Pero qué entiendes que es la corrupción? ¿Por qué es importante hacerle frente?». O en otro caso: «Has escogido una posición que te permite observar de forma crítica la corrupción. ¿Por qué es importante hacerlo? ¿Qué entiendes que es la corrupción? ¿Por qué debe observarse o monitorizarse?»