Una parte importante de tu estrategia de aprendizaje debe ser identificar tus objetivos de estudio a largo plazo y organizarte para lograrlos. Es decir, tienes que usar la práctica distribuida.

Asimismo, piensa que ser organizado no significa tan solo planificar tu horario, sino que también tienes que tener en cuenta otros detalles. Por ejemplo, necesitas un lugar adecuado para estudiar: si compartes piso, valora si puedes trabajar allí o si prefieres estudiar en la biblioteca; también tienes que decidir la mejor manera de archivar tus materiales de estudio.

Calcula cuánto tiempo de estudio necesitas y piensa que quizá tengas que invertir más horas cuando se acerque el periodo de exámenes. Conviene además que seas flexible: por ejemplo, si te das cuenta de que por las noches estás mucho más cansado de lo que esperabas, quizá debas ponerte a estudiar un poco más temprano.

Consulta tu calendario y verifica los plazos para la entrega de trabajos o exámenes. Intenta desarrollar tu propio horario, pero incorpora cierta flexibilidad, para que no te desanimes si alguna circunstancia inesperada te hace cambiar tu plan inicial.

Teniendo todo esto en cuenta, intenta planificar una semana típica. Para ello, puedes usar una de las aplicaciones disponibles de manera gratuita, como padlet https://padlet.com/, o https://www.ithinkwell.com.au/resources y tomar como ejemplo la siguiente imagen. Recuerda incluir en tu horario todos tus compromisos y citas, relacionados tanto con el estudio como con tu vida social.

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